IDEARIO
Criterios y principios
Nuestra misión específica es la “es buscar la plena realización del hombre como persona y como hijos de Dios”.
Es la de humanizar y personalizar al hombre, sin desviarlo, antes bien, orientándolo eficazmente hacia su fin último que trasciende la finitud esencial del hombre.
Nos inspiramos en la dignidad de la persona, en los derechos humanos, en el espíritu del Evangelio, las orientaciones de la Iglesia Católica y de la espiritualidad franciscana
Ofrecemos a la sociedad argentina nuestro esfuerzo para construir una sociedad más justa, libre y organizada que supere las fracturas internas, las distancias y diferencias estridentes entre unos grupos privilegiados y otros injustamente marginados.
Espiritualidad
Seguimos la línea establecida ya en 1880 por nuestra fundadora, Madre Mercedes Guerra, que supo acomodar los contenidos de la fe eclesial al lenguaje coloquial y comprensible de los jóvenes y del mismo pueblo.
De la espiritualidad franciscana, nace una concepción del hombre. Consideramos al hombre como ser creado a imagen y semejanza de Dios que “en la unidad de su ser se presenta capaz de conocer, amar y obrar libremente”
Nos esforzamos por crear un clima que ayude al alumno a vivir su fe de manera cada día más madura.
Intentamos que se sientan interpelados por Dios, que les llama con fuerza a la construcción de una auténtica fraternidad en el mundo, aprendiendo a superar y cultivar el sentido apostólico
Carisma propio
El personal docente de la comunidad educativa es consciente de que no hay maduración ni transmisión de la fe sin un claro testimonio de la misma ….
Valoramos la educación como elemento transformador de la sociedad, que justifica y motiva nuestra actual dedicación.
Nuestra labor educativa consiste en ayudar y acompañar al alumno en el descubrimiento y potenciación de los factores y energías que constituyen su personalidad, según las diversas etapas evolutivas del proceso educativo. Dentro de esta educación integral acentuamos los siguientes aspectos:
• el desarrollo armónico de sus potencialidades psicofísicas, intelectuales y afectivas
• la potenciación de la dimensión social y la inserción en los diversos grupos sociales
• el desarrollo de la dimensión ética, trascendente y religiosa